Cómo tratar el acné en verano

Es muy común escuchar que durante el verano el acné se cura, pero esto no es del todo verdad. Si bien es cierto que durante los meses de verano el acné parece mejorar considerablemente, éste sufre el temido “efecto rebote” con la llegada del otoño.

¿A qué es debido?
El sol, por un lado, tiene efectos anti-inflamatórios sobre nuestra piel con lo que esos granitos rojos e inflamados parece que desaparecen; además el sol es también responsable del engrosamiento de la epidermis durante el verano, con lo que esos granitos que tan poco nos gustan quedan “ocultos” debajo.

Pero con la llegada del otoño y la vuelta a la normalidad de nuestra piel, llega el efecto rebote, que no es más que un nuevo brote de acné. Uno de los motivos principales de este efecto rebote es que al notar esta mejoría, la gran mayoría de pacientes dejan de cuidar su piel en verano.

¿Cómo puedo evitar el efecto rebote?
Para evitar el temido efecto rebote y el empeoramiento de nuestro acné, te ofrecemos una serie de consejos que debes seguir durante el verano:

- Limpia tu piel cada día. Utiliza un producto específico para pieles grasas para limpiar tu piel 2 veces al día, mañana y noche. Esto es especialmente importante en verano, ya que sudamos más, estamos en contacto con el agua del mar, los químicos de la piscina, etc. y estos pueden incidir negativamente en nuestra piel.

- Hidrata tu piel. Si, las pieles grasas o con acné también se deshidratan, por eso es muy importante mantener unos niveles óptimos de hidratación. Recuerda utilizar productos específicos para pieles grasas, oil-free y no comedogénicos.

- Protege tu piel del sol. Escoge un fotoprotector con un índice de protección elevado y adecuado a tu piel. Además, escoge una textura fluida o acuosa, oil-free y no comedogénica.

- Sigue con tu tratamiento para el acné. Efectivamente, debes continuar tu tratamiento del acné también durante el verano. Consulta a tu médico o farmacéutico para ver si los productos que usas durante todo el año pueden ser usados también en verano, ya que algunos contienen ácidos que pueden resultar fotosensibles y, por tanto, manchar tu piel.

No olvides que la piel “tiene memoria” y dejar de cuidarla durante el verano puede tener consecuencias durante el resto del año. No dejes de tratar tu acné durante el verano… ¡lo agradecerás en invierno!