Y si no puedo dar pecho, ¿Qué hago?

En las últimas décadas los avances tecnológicos han permitido modificar la composición de las fórmulas infantiles para hacerlas más adaptadas al lactante, consiguiendo:

- Adición de dextrinomaltosa
- Sustitución de la grasa láctea por una mezcla de grasas animales y vegetales para aumentar el contenido de ácidos grasos esenciales (linoleico y linolénico)
- Suplementación con hierro
- Adición de sales de calcio y fósforo
- Adición de proteínas séricas para lograr una relación proteína sérica/caseína similar a la leche materna
- Suplementación con ácidos grasos de cadena larga, importantes para el desarrollo del sistema nervioso, cerebro y retina del niño

Son leches habitualmente elaboradas a partir de leche de vaca modificada para asemejarlas a la leche materna, aunque pueden tener otros orígenes como la soja o el arroz.

Hay 3 grupos de fórmulas infantiles:

-FÓRMULA DE INICIO o nº1 – Hasta los 6 meses
Cubren las necesidades nutritivas del lactante desde el primer día hasta los 4-6 meses, aunque algunos pediatras las recomiendan hasta el año de edad, complementadas con otros alimentos

- FÓRMULA DE CONTINUACIÓN o nº2 – A partir de los 6 meses hasta los 12-18meses
Indicadas en el destete a partir del sexto mes. A diferencia de la leche de vaca sin modificar, es aconsejable el uso de estas fórmulas para garantizar el aporte de los nutrientes esenciales

- FÓRMULA DE CRECIMIENTO o nº3 – A partir de 12 meses hasta 2-3 años
Son parecidas a la leche de vaca semidesnatada pero con modificaciones que la adecuan a los requerimientos nutricionales y las posibilidades digestivas y metabólicas del niño entre 1 y 3 años: se reduce el contenido proteico, se sustituye la grasa láctea por grasa vegetal añadiendo al mismo tiempo ácidos grasos esenciales, se reduce el contenido en sales minerales para no sobrecargar riñón, y se enriquecen con hierro y vitaminas.

Con este esquema básico y dos días de preparar el biberón seguro que aciertas con la leche que toma tu peque!!