Beneficios del Aceite de Onagra

Su importancia radica en su composición rica en ácido linoleico y gammalinolénico (GLA), ácidos grasos de la serie omega 6 esenciales para nuestro organismo. Se denominan esenciales, porque nuestro organismo no es capaz de sintetizarlos y debemos incorporarlos a través de nuestra dieta. En personas saludables el GLA se forma por la delta-6-desaturasa, a partir del ácido linoleico aportado por la alimentación; pero factores como desequilibrios alimentarios, hipoinsulinemia, senescencia… pueden disminuir la actividad de la delta-6-desaturasa.

Así si aportamos una fuente rica en GLA permitimos la síntesis correcta de prostaglandinas 1 (PGE1), y evitamos el desequilibrio entre PGE1 y PGE2 (formadas estas últimas a partir del ácido araquidónico exógeno). Para explicarlo de forma gráfica podríamos considerar que sobre nuestro organismo las PGE1 son “las prostaglandinas de la paz” y las PGE2 son “las prostaglandinas de la guerra” y por ello es tan importante mantener el equilibrio PG1/PG2.

Así el aceite de onagra nos puede ayudar en:

- Síndrome premenstrual: alteración que sufren muchas mujeres antes de la llegada de la regla que suele cursar con inflamación de las mamas, retención de líquidos, desánimo, mal genio, cansancio.

- Eczema atópico y previene el envejecimiento cutáneo

- Prevención de accidentes coronarios: contribuye a reducir los niveles de colesterol, impide la formación de coágulos y reduce la hipertensión por su acción vasodilatadora. Así mismo previene la formación de trombos y por tanto, contribuye a un menor riesgo de trombosis.

- Regulador del sistema hormonal

- Apoyo en la menopausia

Es muy importante que el aceite se haya obtenido por presión en frío y sin hexano (disolvente) de las semillas de Oenothera Biennis. Para su correcta conservación se debe guardar en un lugar fresco y seco.

Es recomendable que se complemente con vitamina E para prevenir la oxidación de los ácidos grasos insaturados.