¡Cuida tus articulaciones!

La salud articular no puede desligarse de la salud muscular ya que determinadas estructuras articulares requieren, para su correcta funcionalidad, de una potente musculatura.

Unas pautas diarias básicas nos pueden ayudar a mejorar nuestras articulaciones, y es fundamental que las tengas en cuenta:

- Una alimentación sana, variada y equilibrada. El sobrepeso crea una presión adicional sobre caderas y rodillas, lo que significa una compresión sobre el cartílago que dañará su estructura.

- Hidratación adecuada. La pérdida de agua puede conducir a una fragilidad articular añadida.

- El ejercicio físico nos ayudará a mejorar la movilidad, el dolor y la fatiga. Una vida sedentaria induce a que el líquido sinovial de la articulación no fluya adecuadamente lo que afecta al cartílago y lo reseca, volviéndose quebradizo.

- La higiene postural. Es una asignatura pendiente de la mayoría de nosotros: no cruzar las piernas al sentarse, cargar correctamente los pesos...

- La calidad del sueño. Dormir el tiempo suficiente es bueno para el funcionamiento general de nuestro organismo y puede reducir la producción de ciertos químicos inflamatorios. Una vez han aparecido el dolor y la inflamación son numerosas las consultas que recibimos en la farmacia y los diferentes tipos de suplementación para disminuir el malestar: glucosamina, msm, condroitina, aminoácidos, ácido hialurónico, colágeno…

En este post nos centraremos en el colágeno, quien ha demostrado múltiples beneficios para la salud articular. Existen diferentes tipos de colágeno en el organismo pero solo el colágeno de tipo II es el más abundante en la matriz articular.

Algunos estudios clínicos realizados, con colágeno hidrolizado, sugieren que una ingesta diaria puede contribuir a la reducción de dolor, por ejemplo, en artritis de rodilla o de cadera. Una de las controversias sobre la utilización de colágeno hidrolizado es su posibilidad de ser absorbido correctamente y cómo puede ser utilizado en el organismo. Según las investigaciones, el colágeno hidrolizado ha demostrado que puede ser absorbido intestinalmente y puede llegar al cartílago. Existen formas de colágeno sin desnaturalizar o nativo, en cuyo caso no tiene la misma efectividad que el colágeno hidrolizado, ya que se absorbe menos debido a su alto peso molecular.

El uso de complementos de colágeno tipo II se ha establecido como seguro, no habiéndose encontrado interacciones o contraindicaciones. Aún así debes seguir la dosis indicada por tu médico o especialista, alternando periodos de descanso en la toma del mismo tal como te indicaran al pautar el tratamiento.